Seguridad sí, pero | #2
La ampliación a 23 equipos en las Grandes Vueltas causa asperezas / De Panne tiene un problema existencial / Rubèn Peris tiene cosas que decir sobre el pelotón
¡Hola! Hablemos de seguridad.
GRANDES VUELTAS
Serán 23. Reunido sumariamente, el Politburó de la Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció ayer la ampliación a 23 del número de equipos participantes en Grandes Vueltas. La medida había sido aprobada con anterioridad por el Consejo Profesional Ciclista (PCC), un órgano colegiado donde se reúnen corredores, equipos y organizadores.
La decisión representa un giro de 180º en las políticas de la UCI. En 2017 limitó el pelotón a 176 unidades (22 equipos, 8 corredores). Hasta hace menos de una década 198 ciclistas tomaban la salida del Tour.
El problema es argumental. La UCI justificó aquella reducción por la seguridad de los ciclistas. Menos corredores = menos caídas. ¿Cómo debemos interpretar la ampliación a 184 ciclistas en 2025?
Hay que recordar que los equipos (AIGCP), tan preocupados por la seguridad, se han mostrado favorables. Incluso los comentaristas más acríticos e instrumentales han señalado esa contradicción.
WielerFlits, un medio cercano a Visma-LAB, disputa el último punto. Según sus fuentes, todos los equipos WT habrían votado en contra. La AIGCP les habría hecho caso omiso en favor de los PT.
Es una tesis difícil de creer, pero es indudable que los más beneficiados son los nuevos PT. Tras el anuncio, el Tour extendía una invitación a Tudor y el Giro a Tudor y Q36.5. Ya tienen su premio.
DE PANNE
Caos. El debate sobre la seguridad ha dominado la conversación durante toda la semana. Primero en Bélgica, tras una edición de Brugge-De Panne dramática: múltiples caídas jalonaron los últimos kilómetros de la prueba, reduciendo el sprint final a un puñado de corredores. Se impuso un inteligente Molano, que anticipó la llegada.
La última caída, la más masiva, se produjo en un estrechamiento antes del último kilómetro. De Panne es una ciudad plagada de tranvías, isletas y medianas. Mal escenario para una clásica al sprint.
Los ciclistas tampoco ayudaron. Otros incidentes se produjeron por luchas de posición y movimientos demasiado agresivos. Milan, en concreto, fue sancionado por cabecear a Kristoff.
"Algo tiene que cambiar", reclaman los corredores. Y llevan razón. Sin viento, De Panne es peligrosa. La cuestión es que parte de esa peligrosidad se debe a la propia actitud de los corredores.
El urbanismo moderno no está pensado para un pelotón de 180 ciclistas a 45 km/h. Pero quien paga es De Panne, no un pequeño pueblo flamenco. El organizador tiene un problema existencial.
VOLTA A CATALUNYA
Desencuentros. La segunda polémica de la semana se produjo en Berga, escenario de la sexta etapa de la Volta a Catalunya. La organización había preparado un atractivo recorrido surcando los puertos del Berguedà y terminando en Queralt. Los fuertes vientos de más de 100 km/h que azotaron a todo el noreste peninsular lo impidieron.
Maniatada por sus compromisos con los patrocinadores, la carrera suspendió la ascensión a Queralt y propuso un circuito de dos vueltas con final en Berga. Los corredores, a priori, aceptaron. A priori.
Tras una primera vuelta de reconocimiento neutralizada, el pelotón entró en rebeldía. Paró la carrera, habló con los organizadores… Y se negó a competir en la segunda vuelta. Directamente a meta.
El resultado fue un esperpento de 28 kilómetros con victoria de Simmons. El director de la Volta, Rubèn Peris, cargó duramente contra los ciclistas en meta. Habían faltado a su palabra.
Sin final en Queralt, el viento ya no era un impedimento. Se podía correr. ¿Por qué no se hizo? Como reconocería Verona, porque los equipos querían volver pronto a Barcelona. Es decir, por comodidad.
Es el segundo organizador que alza la voz este año, tras Mallorca. En el debate sobre la seguridad, los corredores están tomando decisiones unilaterales… que afectan a la supervivencia de las carreras.
BREVES
Pata negra. Mads Pedersen ganó el domingo su tercera Gante-Wevelgem, igualando el número de victorias de Peter Sagan, mejor corredor de la historia de la carrera. Con Monumento o sin él, el danés es un fuera de serie.
Incombustible. Entre vendavales y polémicas, Primož Roglič se adjudicó su segunda Volta a Catalunya. Lo hizo atacando en el circuito de Montjuic y llegando en solitario. Juan Ayuso tiene tanto que aprender.
Crisis. Arnaud De Lie ha tocado fondo esta temporada. Se le ha visto fuera de forma y pasado de peso en las primeras carreras de año. Lotto ha decidido apartarle de las competiciones. Necesita reencontrarse.
Asqueroso. Un aficionado de dudoso aspecto escupió a Van der Poel en su enésima cabalgada en solitario hacia la victoria, esta vez en Harelbeke. No es la primera vez que sucede algo así en Bélgica.
Atascado. Otro corredor que no levanta cabeza es Fabio Jakobsen. Picnic le ha retirado de las carreras tras detectarle problemas en la arteria ilíaca. El holandés no ha vuelto a ser el mismo desde su salida de Quick Step.
Hito. Tras ganar en San Remo y De Panne, Lorena Wiebes alcanzó el domingo su victoria 100 como ciclista profesional en Wevelgem. A sus 26 años, es ya indiscutiblemente la mejor sprinter de la historia.
LA IMAGEN DEL DÍA
UN DOCUMENTAL
El que protagonizan Gustav Thuesen, Christian-Emil Thorup y David Møller en su absurdo empeño por recorrer en bicicleta la distancia que separa Copenhague de Niza en siete días exactos: How to Eat an Elephant. Una epopeya de +2.000 kilómetros y +25.000 metros de desnivel con etapas de +300 km y +6.000 m. Está rodado con un gusto exquisito, es realista y nada edulcorante, emocionante y muy familiar para todos aquellos que hemos emprendido aventuras similares o… hemos mirado a los ojos del Galibier.
Muy recomendable. Se puede ver en YouTube.
La semana que viene más. Hasta entonces, puedes seguirme en @cdelventoux (también en Instagram o en Strava). Si quieres hablar conmigo, puedes hacerlo a través de los DM de X o en cuadernosdelventoux@gmail.com.
¡Ten un buen día!
Andrés P. Mohorte